domingo, 6 de junio de 2010

Real Madrid Vs Napoles 1987/88 Copa de Europa



DIECISEISAVOS DE FINAL (IDA)
Fecha: 16-09-87; Estadio: Santiago Bernabéu; Espectadores *
REAL MADRID CF - SS CALCIO NAPOLES (ITA) 2-0
Arbitro:
Goles: 1-0 Michel 18´; 2-0 Tendillo 76´.
REAL MADRID, 2 ;
Buyo, Chendo, Tendillo, Sanchís, Solana (Jankovic 79´), Michel,
Gallego, Martín Vázquez, Gordillo, Butragueño, Santillana (Llorente 83´).
NAPOLES, 0;
Garella, Bruscoloti, Ferrara, Bagni, Ferraro, Renica, Sola (Bigliardi 72´),
De Napoli, Maradona, Giordano (Baiano 79;), Romano.
* A puerta cerrada por sanción UEFA


De EUROPA

De BLOG RM



200 millones de telespectadores vieron el triunfo del Madrid en un estadio con 499 personas

El Real Madrid se impuso por dos goles a cero al Nápoles en partido disputado anoche en el Bernabéu en condiciones extraordinarias. Fue presenciado en directo por 499 personas -70 miembros de la delegación oficial por cada club, más 359 periodistas- y fue televisado para la mayor parte de España por decisión del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Cataluña, País Vasco y Asturias, donde no pudo ser televisado en directo por coincidir con encuentros de competiciones europeas de los equipos locales, pudieron verlo en diferido. Las imágenes del partido fueron presenciadas por cerca de 200 millones de personas.La decisión del vicepresidente del Gobierno ha levantado ya las primeras críticas, y Luis Ramallo, segundo portavoz del Grupo Popular, piensa formular una pregunta al respecto en el próximo Pleno, al tiempo que señala que el hecho ha demostrado que Televisión Española no es independiente. En parecidos términos se expresó Enrique Curiel, de Izquierda Unida.

El temor a que el grupo de aficionados madridistas conocido como los Ultrasur célebre por sus actitudes violentas y causante, por su conducta en el Madrid-Bayern de la anterior edición de la Copa de Europa, del cierre del campo- acudiera al estadio provocó un discreto pero fuerte despliegue policial. Cuatrocientos policías nacionales y un pequeño contingente de policía privada contratada por el Madrid evitaron el acceso de los ultrasur a las proximidades del estadio. El partido despertó un interés inusitado, por coincidir en él un Real Madrid goleador (6-1 al Everton, 0-4 al Cádiz, 7-0 al Spórting y 1-7 al Zaragoza) con el Nápoles de Diego Armando Maradona, así como por el hecho de que se disputara a puerta cerrada.



El vacío empobreció un gran partido

Madrid y Nápoles jugaron con dureza e intensidad y crearon numerosas ocasiones de gol

ALFREDO RELAÑO, - Madrid - 17/09/1987

El silencio y el vacío ocultaron y empobrecieron un gran partido de fútbol. La experiencia de anoche confirma que el gran espectaculo futbolístico tiene un elemento principal en la escenografía. El Madrid y el Nápoles jugaron un partido intenso, duro, lleno de acciones de calidad y con suficientes ocasiones de gol. Pero resultó desangelado. El Madrid alcanzó un resultado esperanza or para el partido de vuelta donde habrá que temer la dureza del Nápoles, ya apuntada ayer en el Bernabéu silencioso. Sobre el anoche fantasmal cesped del Santiago Bernabéu, los dos equipos hicieron el esfuerzo de sobreponerse al vacío que la ausencia de 100.000 personas provoca. Es difícil decidir si le consiguieron o no. El ambiente era extraño. Recordaba el de un partido de Copa entre terceras, de noche de invierno y con lluvia. Y sin embargo era un partido de Copa de Europa, entre dos de los mejores equipos que puedan existir y ante un estadio cargado de historia, aunque vacío de público. Cada impacto de la bota con el balón resonaba con extraños ecos, y gritos como "A Rafa", "Mía", "Ay", "Que no se escape" y otros que queda feo reproducir en letras de molde eran claramente perceptibles.

En cualquier caso, el Nápoles salió a hacer lo que se espera de cualquier equipo italiano: defender. Dejó arriba solamente a Giordano, levemente respaldado por Maradona, cuyo abandono físico es casi escandaloso y disminuye mucho sus posibilidades.Al su lado tenía como único complemento a la creación a Romano, el número 11, una sorpresa por su calidad.

El resto se dedicó a defender, incluido Bagni, tenido por el segundo jugador del Nápoles en calidad. Bagni fue durante el primer tiempo el jugador más significado, tanto porque ofrecía visibles muestras de cojera como porque, a pesar de ello, mantuvo un pulso espectacular con Michel. Del choque entre ambos fue naciendo una creciente dureza que se extendió al resto de los jugadores.

En el Madrid, Chendo salió a marcar a Maradona y varias veces obligó al gran astro mundial a retroceder hasta la zona de defensa para perseguirle. Sanchis se quedó marcando a Giordano y Solana, falto de delantero a quien marcar, ayudó en la media.

Gallego dirigía la maniobra, con Míchel y Gordillo ofreciéndose siempre como salida por las bandas. En la media punta Martín Vázquez estuvo bien marcado por Ferrario y entre eso y la ausencia de Hugo Sánchez, a quien Santillana no puede suplir -y tampoco Llorente- al Madrid le faltó la magia en el ataque de los últimos partidos.

Sin embargo, fue mejor. En el descanso ganaba 1-0 gracias aun gol de penalti y además había acumulado cuatro claras ocasiones de gol, bien resueltas tres de ellas por Garella. El Nápoles sólo había tenido una oportunidad, aunque muy clara, cuando gracias a un fallo de Buyo, Giordano disparó alto a puerta vacía.

El Madrid salió en la segunda parte un tanto despistado. Durante una fase la ausencia de calor del partido tuvo un reflejo enorme en la falta de tensión defensiva de los blancos y el Nápoles asomó entonces por algunos momentos con cierto peligro. Tuvo la mala suerte de estrellar un balón en el palo en esa fase y ahí se evaporaron sus mejores posibilidades de conseguir un mejor resultado.

El Nápoles cambió de banda a Bagni, cuya cojera no le permitía ser un marcador fiable de Michel, sobre quien se colocó De Napoli. Bianchi, entrenador napolitano, confirmaba con ello que Míchel era el hombre a temer. En el partido de vuelta será sin duda el más castigado.

A partir de que el Madrid se reordenara el juego volvió a ser el de la primera parte. En la maraña que formaba el Nápoles frente a su área los madridistas se movían incómodos pero intentaban cosas, y algunas les salían. A fuerza de presionar obtuvieron un segundo gol, aunque también se arriesgaron a encajar algún contraataque. Las entradas en el equipo de Jankovic y Llorente en el tramo final del partido no fueron relevantes, como tampoco los cambios en el Nápoles.

El resultado final abre esperanzas a los dos y la calidad y dureza del partido permite esperar mucho de la cita del próximo día 30 en Nápoles.


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DIECISEISAVOS DE FINAL (VUELTA)
Fecha: 30-09-87; Estadio: San Paolo (Nápoles)
SS CALCIO NAPOLES (ITA) - REAL MADRID CF 1-1
Arbitro: Pauli (Alemania)
Goles: 1-0 Francini 10´; 1-1 Butragueño 44´.
SS CALCIO NAPOLES, 1;
Garella, Ferrara, Ferraro, Rrenica, Franchini, De Napoli, Romano,
Bagni, Maradona, Careca, Giordano (Carnevale).
REAL MADRID CF, 1;
Buyo, Chedno, Tendillo, Sanchís, Solana, Michel, Gallego (Mino),
Martín Vázquez (Jankovic), Gordillo, Butragueño, Hugo Sánchez.


De RMCF1902


De OCHENTAS


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El Madrid eliminó al Nápoles con un empate en 'San Paolo

El Real Madrid eliminó al Nápoles en la primera ronda de la Copa de Europa al empatar a un gol en el campo de San Paolo. El encuentro no comenzó bien para el equipo madridista, que encajó un tanto, de Francini, en el minuto 9 de juego. Luego mejoró, y, en una brillante jugada entre Hugo Sánchez y Butragueño, éste consiguió el empate en el minuto 43.El tenso ambiente que vivió Nápoles en torno al encuentro se fue apagando según transcurrió el partido. La segunda parte resultó anodina, con el equipo local conformado a su suerte -tenía que marcar tras el empate tres goles para superar la eliminatoria- y un Real Madrid controlando el juego con una estrategia conservadora. El Nápoles acabó con 10 jugadores por expulsión de Carnevale.

En otros encuentros, el Español ganó (4-1) al Borussia Moenchengladbach y la Real Sociedad (0-2) al Slask Wroclaw, por lo que pasaron a la segunda ronda. El Barcelona perdió (1-0) en campo del Os Belenenses, pero eliminó al equipo portugués y también se clasificó.

El único conjunto español que quedó apeado de las competiciones europeas celebradas ayer fue el Spórting de Gijón, que fue derrotado en Italia por el Milán por 3-0.


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Un detalle de clase le bastó al Madrid

Butragueño y Hugo acabaron con las esperanzas del equipo de Maradona

ALFREDO RELAÑO, - Nápoles - 01/10/1987

El Madrid eliminó al Nápoles y despejó de su camino el principal obstáculo en esta Copa de Europa. No realizó el gran juego colectivo de sus últimos encuentros.Incluso puede decirse que tácticamente estuvo desarmado durante muchos minutos. Pero un rasgo de genialidad, un encuentro de inteligencia construido entre Hugo y Butragueño, cerca del descanso, resolvió la situación. El Nápoles terminó en cuanto encajó ese gol.

El partido no empezó nada bien para el Madrid. La colocación del Nápoles sobre el terreno de juego le desconcertaba. Bianchi, entrenador napolitano, decidió mantener siempre, aún cuando tuviera el balón el Madrid, a tres hombres muy arriba: Careca, Giordano y Maradona. Así que eso obligaba a toda la defensa madridista a quedarse atrás, desconectada del juego. Butragueño y Hugo Sánchez esperaban arriba, y el Madrid, que ha basado sus recientes éxitos en el maravilloso toqae colectivo, se veía reducido a jugar con sólo cuatro hombres uno de los cuales, Martín Vazquez, atraviesa una mala racha. En definitiva, lo que hasta ahora venía siendo espléndida circulación del balón entre ocho o diez hombres se veía reducido a lo que pudieran hacer Michel, Gallego y Gordillo. El equipo no era el mismo.

Para complicar más las cosas, el Nápoles descontó pronto uno de los dos goles que el Madrid traía de ventaja. Fue gracias a un fallo inesperado de Buyo. Buyo es un jugador inseguro y desconcertante en los centros sobre el área, pero firme como pocos bajo los palos. Sin embargo, ante un cabezazo sin problemas de Careca, rechazó mal y facilitó el remate inapelable de Francini.

Con el 1-0 en el marcador y mucho partido por delante, el Nápoles encendió a su público y por algunos momentos hizo sentir su peso. Francini, en la banda izquierda, atosigaba a Michel, del mismo modo que De Napoli conseguía frenar al otro lado del campo a Gordillo. En el centro, Romano ponía el criterio y el toque, y Bagni era el empuje y la capacidad de corte.

Por momentos el partido tuvo de verdad mala cara para el Madrid. Buyo tuvo ocasión de tapar su error con un par de paradas, sobre todo la segunda de ellas, cuando Francini se desenganchó de Michel, llegó hasta la línea de fondo y le puso un balón de gol a Careca que éste no pudo transformar por el acierto de Buyo.

Pero el Madrid tiene siempre, juegue bien o no lo haga, un arma: la tremenda calidad de todos su miembros. Desarticulado como estaba, consiguió alcanzar el gol del empate. Fue un relámpago de espléndido fútbol, un gol inapelable construido en décimas de segundo. Lo consiguieron entre Hugo y Butragueño, que tan poco habían intervenido durante la primera mitad. Hugo recibió el balón fuera del área, escorado hacia la banda derecha, y metió un pase hacia. el punto de penalti. Butragueño, que corría en diagonal desde el otro lado, llegó a tiempo para tocarlo lo justo, cruzándolo al palo contrario. Tanto el pase de Hugo como el remate de Butragueño fueron toques sutiles, precisos, inapelables. La jugada fue perfectamente indefendible. Hugo pasó a Butragueño y Butragueño pasó a la red. La defensa del Nápoles vio cómo en medio segundo se derrumbaba el buen trabajo de: todo el equipo durante un buen primer tiempo.

En el segundo, Beenhakker sustituyó a, Martín Vázquez por Jankovic, y al poco se lesionó Gallego. Eso obligó a un segundo cambio, con entrada de Mino en la defensa y adelantamiento de Sanchis a la media. Pero al Nápoles le faltó fuerza y capacidad de presionar, y poco a poco veía esfumarse sus posibilidades. Y, además, Maradona confirmó que está lejos de su mejor forma. Es un futbolista con una pierda izquierda genial, pero su falta de entrenamiento le impide ser el hombre que desequilibre.

El Nápoles, en realidad, se había acabado un minuto antes del descanso y el Madrid salió adelante. No fue el mejor equipo pero sus individualidades le valieron.

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