jueves, 4 de marzo de 2010

El Real Madrid gana 'a la italiana'


30/01/1993
Vigésima jornada : En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - F.C. BARCELONA 2-1
Árbitro : Díaz Vega
Goles : Zamorano (9’), Míchel (42’ de pen.)
Amor (15')



REAL MADRID C.F. :
Buyo; Nando, Rocha, Sanchís, Lasa; Míchel, Hierro, Prosinecki, Martín Vázquez;
Butragueño (Luis Enrique, min. 60), Zamorano (Alfonso, min. 80).
(Entrenador: Benito Floro)
F.C. BARCELONA :
Zubizarreta; Nadal (Beguiristain, min. 46), Pablo Alfaro (Julio Salinas, min. 80), Koeman,
Ferrer; Eusebio S., Amor, Baquero, A. Goicoechea; Laudrup, Stoichkov.
(Entrenador: Johan Cruyff)


Real Madrid 2-1 Barcelona (1-0 Ivan Zamorano)1992-93

Zamorano abrió el partido a lo grande después de una jugada que manifestó los problemas del Barcelona. Tenía Ferrer la pelota por la izquierda y se sentía medio perdido. Jugaba con fuego, es decir con el balón. De repente, la circulación estaba en manos de Ferrer, Nadal y Pablo, los menos dotados. El Barça estaba donde quería el Madrid. Ferrer perdió la pelota ante Michel, que tiene un pie de artista. Salió el pase cruzado, con la defensa azulgrana al garete, hacia Zamorano, colocado en el pico del área. Lo que siguió fue sensacional. Tomó el balón, encaró a Koeman, fintó hacia la derecha y, sin más, dibujó una parábola prodigiosa al ángulo izquierdo.

Real Madrid 2-1 Barcelona (Michel 2-1) 1992/93

Bakero se atropelló y perdió la pelota en la media cancha del Barcelona. La jugada continuó por la banda derecha del Madrid y con la aparición y caída de Michel en el área. El penalti levantó división de opiniones. Michel tiró duro y marcó. En su peor trecho, el Madrid había levantado el resultado.
De BUZON

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EL PAIS HEMEROTECA
El Madrid ganó a la italiana el gran clásico del campeonato. Sacó un rendimiento máximo del contragolpe, las faltas y la disciplina para desactivar al rival. El Barcelona quedó preso del orden madridista y de un juego arbitrario y confuso, los defectos más inesperados en el equipo azulgrana. En medio quedó un partido bacheado, salvado en gran medida por la formidable noche de Michel y los apuntes de Laudrup, un futbolista delicioso.El Barcelona se limitó el horizonte con la ausencia de Guardiola. El medio centro dicta el paso de los partidos con una precisión de relojero. Su naturalidad para orquestar el juego es decisiva en un equipo que guarda la pelota como un tesoro. Sin Guardiola, el Barca jugó sin centro de gravedad y quedó muy disminuido. Digirió mal la presión del Madrid, vivió incómodo y acabó sujeto del frenesí táctico de Cruyff. Los jugadores bailaron de puesto cada cinco minutos. Ahora Goikoetexea era extremo derecho, luego lateral zurdo y más tarde defensa por a otra banda. Así con casi todos. Acabaron desorientados, dedicados a un juego sin control: el fútbol que no entienden.

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